¿Quién es y por qué emigró el venezolano? Un estudio revela datos asombrosos.
Tomás Páez, miembro fundador de Expresión Libre en Venezuela y Venezuelan Press en España, encabeza un equipo que se dedicó a estudiar la diáspora venezolana.
Emigrantes sin voz
«Para el gobierno venezolano los emigrantes no existen, no maneja estadísticas sobre emigración y ha sido consistente en la negación de hechos obvios; todo es opaco y en el tema de la diáspora venezolana debería utilizar esos datos que posee para producir información pero no lo hace», afirmó Páez a MiamiDiario.com, al describir qué les motivó a iniciar la investigación. «Frente a ese estruendoso silencio que indigna, nos dijimos, hay que recuperar la voz de los venezolanos y por eso se llama ‘La voz de la diáspora’.
Así se llama el libro que recoge la metodología, el contexto y los resultados de más de 900 encuestas, encuentros de focus groups y entrevistas en profundidad a un número de venezolanos esparcidos en todo el planeta para comprender quiénes son, qué los impulsó a irse, cómo se sienten en el exterior y qué pueden aportar desde su nueva situación para el desarrollo de su país.
APEVEX, la asociación de periodistas venezolanos en el exterior, tuvo la oportunidad de oro de poder conocer directamente de boca del director del proyecto los resultados del mismo, editado en un libro publicado gracias la ayuda del Centro para el Desarrollo de la Democracia de las Américas y de la UCV.
Páez inició por describir el aspecto metodológico basado completamente en la plataforma del internet y el aspecto organizacional en la que destacó la valía del equipo humano que lo acompañó, así como la labor de divulgación de parte de profesionales y medios de comunicación, entre los que orgullosamente MiamiDiario.com se cuenta entre los colaboradores.
«Decidimos iniciar este estudio con un cuestionario. Internet fue el gran aliado para nuestra investigación (…) en menos de mes y medio ya teníamos 450 de ellos respondidos», cuenta Páez al constatar que la metodología «efecto bola de nieve» se potenció exponencialmente al publicarse el cuestionario en las redes sociales hasta que consideraron suficientes 900. Entrevistas a profundidad y focus groups complementaron la recolección de datos.
El contexto
Luego de explicar la metodología utilizada, Páez describió el contexto de la situación venezolana explicada a un lector desprevenido. «Iniciamos con decir que Venezuela percibió un ingreso hiper-extraordinario que todos coinciden en describir como 4 o 5 veces superior al percibido durante los 40 años de democracia«.
«En el aspecto económico, hoy Venezuela tiene la inflación más alta del mundo, devaluación terrible de la moneda, cerca del 50% del parque industrial cerrado. Ha desaparecido entre el 12 y el 15% del parque empresarial; 5.5 de cada 10 venezolanos rondan entre la informalidad y el desempleo, el sector público pasó de tener el 14 al 21% del empleo, la deuda país que recibió este régimen que estaba en 30 000 millones de dólares está hoy cercana a los 200 000 millones de dólares», enumeró Páez.
«El modelo es el problema. El Socialismo de inspiración marxista tiene intrínsecamente un problema de diseño. No pueden producirse resultados diferentes cuando se hacen constantemente las mismas cosas», dijo al referirse a las economías evidentemente ineficientes de países comunistas como Corea del Norte, Vietnam en sus inicios, y Cuba, por supuesto.
Pasando al plano de los resultados obtenidos, Páez y su equipo encontraron que hay entre 1.2 a 1.5 millones de venezolanos en el exterior, lo que representa entre un 4 y 6% de la población. Destacó que en su búsqueda se dio cuenta de las enormes discrepancias existentes en la data que manejan incluso organizaciones internacionales.
Comenta Tomás Páez que la segunda parte del estudio comienza describiendo a ese venezolano que está afuera, es decir, el ser humano que se fue. «Queríamos abordarlo como individuo. Los venezolanos que se han ido son emprendedores, creadores de empresas, y empleo y son un 20%. El siguiente 65% es gente que trabaja en medios de comunicación, universidades, empresas petroleras, centros de excelencia y además afortunadamente pueden desarrollarse en sus respectivas áreas, cosa que había estado limitada en Venezuela, y el restante 15% son estudiantes. Muchos lo son como trampolín para poder emigrar. Encontramos que más del 90% de la gente que se ha ido tiene grado académico universitario, 40% tiene al menos una maestría, 12% tiene doctorado o post doctorado. Otros son técnicos superiores«.
Una nueva geografía
El sociólogo y profesor universitario no cree en «fuga de cerebros»; al contrario. Para él, estas personas se han ido con un bagaje de experiencia y se mudan a un país buscando algo que va a darles al menos paz, tranquilidad, posibilidad de desarrollo y aportan mucho pero también reciben un nuevo idioma, cultura, normas, un nuevo capital social, relaciones personales e institucionales que de alguna manera no podían haber desarrollado en el país de origen. «En vez de pensar en fuga, tenemos un montón de gente que está trabajando en centros de excelencia en diversas áreas que podría aportar muchísimo si el país entendiera que en el país hay una ‘nueva geografía’. Hay una nueva situación en la que muchos venezolanos se quedarán afuera- en otro país- ¿por qué no ver eso como un potencial, como un nuevo estado?», se preguntó.
El problema es el sistema político
El principal motivo por el que los venezolanos emigran, según el estudio, es el sistema político reinante en Venezuela. «Constatamos que ese es el gran núcleo del problema que a su vez deriva en dos grandes bloques, inseguridad y deterioro económico. ¿Qué pide la gente? Que cambie el sistema político. Es la condición para que comiencen a resolverse estos dos grandes problemas».
A la pregunta de cómo se sienten en el país de acogida, en general los venezolanos se sienten entre bien y muy bien. Valoran mucho el respeto a la norma y a las leyes. «En el caso español, italiano, francés, alemán aparece muy remarcado el tema del transporte público seguro, la confianza en la policía; se sienten cómodos a pesar de vivir en espacios reducidos».
El 80% dice no tener intenciones de regresar a Venezuela. El 90% dijo estar dispuesto a participar, incluso en algunos casos de forma directa, como por ejemplo entre los trabajadores petroleros, para transformar el odio y la indignación en amor y reconciliación. Otras formas de participación que plantearon fue tener una representación parlamentaria de los venezolanos en el exterior como hacen otros países, porque hay que entender que hay una nueva geografía.
Páez y su equipo tienen pensado desarrollar tres partes más del proyecto: la creación de un observatorio, la plataforma y la tercera, la página web de la diáspora venezolana. «Cada una tiene un costo y estamos buscando los recursos para poder adelantarlas», dijo.
El libro «La Voz de la diáspora venezolana» puede ser adquirido en amazon.com.
Video: Sofía Pisani Texto: Donatella Ungredda