Ser periodista en otro país
Lo importante es seguir, es contribuir, desde los espacios posibles y responsablemente, con la lucha diaria que colegas dentro de Venezuela realizan en favor de la libertad de expresión, el derecho a la información para que el mundo sepa lo que ocurre en la nación, así como plegarse a las iniciativas que promuevan la organización del gremio en el exterior y en consecuencia, satisfacer las necesidades que tengan quienes no encuentran otra opción que explorar tierra afuera, para que no sea muy dura la transición.
Los venezolanos no se caracterizaban por ser un país de gente inmigrante, sin embargo, la realidad no es alentadora sin que esto implique una perdida de la esperanza en que la situación mejore de cara a las exigencias de un mundo cada vez más globalizado y de una sociedad más competitiva.
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Yo no me vine por razones políticas, pero entiendo al que se esté hacienda la idea -o se la haya hecho ya- de emigrar, hacerse una vida fuera, donde tenga más perspectivas y posibilidades de surgir económicamente, obtener cierta seguridad, vivir tranquilo.
Lo entiendo porque yo quiero regresar y no puedo.
Para él, ella, o ellos, después de 11 años viviendo fuera de Venezuela, en la Florida (Estados Unidos), le recomiendo, con sinceridad, cariño y sin adornos:
-Infórmese. Ningún lugar es un paraíso. En todas partes hay dificultades. Y en lugares que uno no conoce, tampoco conoce las dificultades.
-Asesórese legalmente. Si se marcha con visa de turista y ésta se le vence, entrará en un limbo legal del que no podrá salir nunca, a menos de que decida irse para no regresar más (mínimo por 10 años).
-Entienda que aunque en Miami un 70 por ciento de los dos millones y medio de personas que habitan hablan español, éste es un país anglosajón, sus medios de comunicación hispanos aún son un mercado secundario, el periodismo en el idioma de Cervante es limitado y la vida profesional que usted tenía será imposible replicarla acá. Esté listo para reinventarse.
-Entienda que, además del trabajo, la vida social, el concepto de la trascendencia, amistad, del bienestar y del disfrute también son distintos. Usted será anónimo, sino aunque estará más tranquilo, sí, y sentirá respetado sus espacios… pero quizás demasiado respetado. Por muy venezolanos que sean sus amigos acá, para sobrevivir todo el mundo más o menos construye una agenda, si no, es imposible entenderse con la lógica de vida de la ciudad.
-Investigue: El propósito de vida de este país, por razones históricas y religiosas, es prosperar. Hacer dinero está bien y nada es m’as importante que el trabajo. Para eso se vive, se educa a los hijos y ésa es la actitud que la cultura espera usted priorice. Puede que esté total o parcialmente en desacuerdo, pero entiéndalo primero para que pueda ver cómo acuerda su relación con lo que le espera.
-Prepárese para extrañar. Por muy atormentado que haya salido y muy en desacuerdo que esté con la cultura de la que viene, tarde o temprano terminará entendiendo que usted está hecho de aquello, y que, aunque pasen muchos años, siempre será, de alguna u otra manera, un invitado.
-Traiga ahorros y aum’entelos cuando pueda. En este país, y en cualquiera a donde usted emigré, usted cuenta, básicamente, con usted mismo. Siéntase seguro para una emergencia.
-No deje de asegurarse. Los costos médicos en este país son impagables.
-Si no lo habla, aprenda inglés. Por mucho que su trabajo, sus amigos y su familia entiendan español, el mundo, en el país donde vive, se concibe en inglés. Se limitará demasiado su vida si no lo habla.
-Sea curioso. Esta y cualquier cultura, ésta y cualquier ciudad, tienen infinitos lugares, historias, eventos y oportunidades para conocer un mundo distinto en sus artes, en su origen, en su política, en sus deportes. Trate de mantenerse, en lo posible, con la fresca mirada del turista, es siempre una grata forma de transitar el entorno.
-Recuerde que éste es un lugar distinto al suyo y todo, o casi todo, tendrá un significado y una manera de ser resuelto diferente. Sea abierto.
-Ninguna experiencia es transferible. Escuche ésta y otras recomendaciones. Infórmese y hágase la vida más fácil, pero ningún estudio te ahorrará, para bien y para mal, la experiencia. Nadie pasará por nadie su propio corredor.
-Hágalo. Si sabe que no será fácil y aún así tiene ganas de dar el salto, no deje de hacerlo. La vida es una sola y de nada sirve quedarse anhelando hacer algo que muchos otros sí han hecho.
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Muy bueno!